Cerca de 190.500 emprendedores sostienen el sector de la Venta Directa en nuestro país, más de 5,2 millones en la Unión Europea. Su marca personal contribuye a la identidad de un modelo de negocio donde el contacto directo es la piedra angular. Por la propia dinámica de nuestra actividad, trabajar la marca personal no solo puede beneficiar al propio distribuidor, sino también a las empresas a las que representa y al sector en su conjunto. Más aún cuando la autenticidad y la confianza son valores imprescindibles en la experiencia de compra hiperpersonalizada que ofrecemos.
Podemos definir la marca personal como todas aquellas características que nos definen y diferencian de los demás como profesionales. El auge de las redes sociales ha popularizado este concepto que, más allá del entorno digital, se construye a diario con la imagen que transmitimos on y offline. Por eso, una marca personal bien definida puede contribuir a la diferenciación y crecimiento profesional de los distribuidores de venta directa.
¿Cómo desarrollar y mejorar la marca personal?
La construcción y proyección de una marca personal sólida y coherente requiere tiempo y planificación. Estos son los principales pasos a través de los cuáles los profesionales de Venta Directa pueden impulsar la visibilidad de sus habilidades profesionales.
- Análisis inicial: El punto de partida pasa por identificar aquellos valores y habilidades diferenciales. El autoconocimiento es la base para construir una marca personal auténtica, genuina y coherente a largo plazo. Se trata de generar el posicionamiento, la imagen o idea respecto a uno mismo que se desea trasladar.
- Definición de objetivos: Establecer las metas que nos proponemos alcanzar, priorizando aquellas más necesarias o inmediatas. ¿Atraer nuevos clientes? ¿Fidelizar a los existentes? ¿Estrechar lazos con las redes comerciales? ¿Obtener reconocimiento profesional? A partir de unos objetivos concretos y medibles, se plantearán la estrategia y las acciones más adecuadas.
- Identificación de públicos: Los emprendedores de venta directa son el nexo entre las marcas a las que representan y los clientes que buscan un asesoramiento experto y personalizado. La marca personal tiene que conectar con las empresas y con los clientes, pero también con otros profesionales del sector, adecuándose a todas las audiencias y/o segmentando las que más interesen.
- Estrategia y acciones: Segmentación, innovación, cercanía… ¿Cómo vamos a conseguir los objetivos marcados? Una vez definida la estrategia, es el momento de pasar al plano táctico. El abanico de acciones es muy amplio, como publicar contenido en perfiles sociales; fomentar el networking; crear blogs personales; cuidar el formato y periodicidad de las comunicaciones; establecer colaboraciones; etc.
- Seguimiento y resultados: Evaluar cómo están funcionando las acciones es esencial para saber si la estrategia seguida es la correcta. Siempre estaremos a tiempo de aplicar ajustes e introducir mejoras.
En definitiva, la marca personal es una herramienta para valorar por los distribuidores de Venta Directa que, como profesionales independientes, tienen mucho que ganar en la percepción que generan y en la huella que pueden dejar en su red profesional.