Actualmente, España está siendo testigo de un crecimiento constante de nuevos perfiles de emprendedores que inician su actividad a través de startups y de modelos de distribución independiente y/o venta directa.
El auge de estos perfiles se debe, por un lado, a la dificultad de encontrar empleos más tradicionales que cumplan con sus expectativas y, por otro lado, a la necesidad de estos emprendedores de tener independencia económica, flexibilidad y autonomía.
Desde AVD, creemos que es el momento de que estos nuevos perfiles -y potenciales distribuidores independientes- emprendan e inicien su actividad en empresas que garanticen calidad, excelencia y confianza, como las que cuentan con el Sello AVD.
Sentimiento de pertenencia como motor reputacional
Los emprendedores y profesionales modernos no conciben tanto el emprendimiento como un territorio de riesgo, sino que priman su libertad y la posibilidad de desarrollar su trabajo en empresas que conecten con sus valores y su propósito personal.
En AVD, los profesionales de las empresas asociadas y que, por tanto, llevan el Sello AVD, son conocedores de que las compañías a las que representan se caracterizan por tener una estructura sólida, comprometida con la responsabilidad, la transparencia, la ética y una clara visión a largo plazo. Además, cada empresa lleva por bandera un propósito muy claro.
Que estos profesionales y distribuidores independientes compartan la cultura de las empresas con el Sello AVD en las que trabajan, logra una motivación intrínseca al sentirse parte de algo significativo y con valor. Asimismo, aumenta el compromiso, la creatividad y la retención del talento. Con ello y en el caso de los distribuidores en España, más del 77% se sienten satisfechos o muy satisfechos con su labor.
Sin duda, el orgullo de pertenencia a una empresa avalada por el Sello AVD es un motor de la reputación, tanto interna -convirtiendo a los trabajadores en embajadores naturales de la marca- como externa -acercando empresas atractivas a potenciales distribuidores, compañías y demás actores relevantes-.
El Sello AVD, una declaración de intenciones
El Sello AVD simboliza la unión de una comunidad muy consolidada de compañías que, juntas, avanzan para convertirse en referentes del sector demostrando su compromiso con la autorregulación, la excelencia y la protección del consumidor.
De esta manera, se genera un fuerte sentimiento de pertenencia de todos los profesionales que, con ilusión y compromiso real, siguen trabajando para acercar la esencia de sus empresas -avaladas con el Sello AVD- a nuevos públicos y territorios, que cada vez son más complejos y desafiantes.