No encontramos mejor fecha en el calendario que hoy, día de San Valentín, para proclamar nuestra pasión por la Venta Directa. Si bien es cierto que la celebración del 14 de febrero suele dividir a defensores y detractores, no ocultamos que, en nuestro caso, nos dejamos llevar por el romanticismo. Y es que las flechas de Cupido alcanzan por igual a distribuidores y consumidores, protagonistas de esta bonita historia de amor correspondido.
¿Qué enamora a los consumidores?
¿Qué enamora a los consumidores? La experiencia de compra está detrás del flechazo inicial, pero también de la estabilidad y la fidelidad en el tiempo. Sin duda, la venta personalizada, a través de reuniones presenciales y demostraciones de producto in situ, es uno de los cimientos de la relación. Un sistema ideal mediante ventas individualizadas, cara a cara, disponiendo de todo el tiempo necesario para hacer la mejor elección. Con la ventaja de poder continuar la experiencia online, a través de redes sociales y otros canales digitales.
Igualmente irresistible es la variedad de marcas, productos y servicios, que abarcan desde la cosmética y el cuidado personal, a la nutrición y el bienestar, equipamiento del hogar, ropa y accesorios, joyería, cuidado del hogar, telecomunicaciones o cultura, satisfaciendo todo tipo de necesidades. ¡Imposible caer en la monotonía!
Y quizás lo más importante detrás de una relación duradera: la confianza. Con la seguridad de contar con el mayor grado de protección de derechos como consumidor, tanto desde el marco de la regulación como de la autorregulación.
¿Qué enamora a los distribuidores?
Del lado de los vendedores, cabe hacerse la misma pregunta. ¿Qué enamora a los más de 215.000 emprendedores españoles en Venta Directa? Más del 97% se siente conectado con los productos o servicios que vende y el 94% se identifica con el propósito y los valores de su marca. Además 9 de cada 10 valora la oportunidad que ofrece la Venta Directa de emprender y convertirse en su propio jefe, pudiendo elegir entre una dedicación en exclusiva o una dedicación parcial, compatible con otras actividades y, por lo tanto, una interesante opción para conseguir ingresos adicionales.
Junto con las ventajas de flexibilidad e independencia, los distribuidores también encuentran otros alicientes profesionales como la mejora de sus habilidades relacionales y comerciales o el refuerzo de la autoestima y la confianza. Razones que explican porque más del 87% de distribuidores en nuestro país se sienten felices con su trabajo.
Sin afán de empalagar, solo cabe añadir que, desde la Asociación de Venta Directa, nuestro único propósito es contribuir a que el enamoramiento perdure en el tiempo.
Y a ti ¿Qué te enamora?