Cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, una fecha clave para reconocer los logros de las mujeres en su lucha por la igualdad, pero también para visibilizar los retos que aún persisten. En España, la desigualdad de género sigue siendo un desafío presente en el ámbito laboral, económico y social, reflejado en indicadores como la brecha salarial, el acceso limitado a puestos de liderazgo o la alta tasa de empleo a jornada parcial entre las mujeres.
Desigualdad en el ámbito laboral: un camino por recorrer
En 2024, el número de mujeres trabajadoras superó por primera vez los diez millones, según la Encuesta de Población Activa. Sin embargo, España sigue siendo el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de desempleo femenino, alcanzando el 11,83%, frente al 9,53% en el caso de los hombres. Otro dato significativo es el alto porcentaje de mujeres con empleo a tiempo parcial: el 23,4% de las asalariadas trabajan bajo esta modalidad, frente a solo el 7% de los hombres. De ellas, casi la mitad (48,6%) lo hace de manera involuntaria, al no encontrar oportunidades laborales a jornada completa.
A pesar de que las mujeres superan a los hombres en estudios superiores (54,5% frente a 45,5%), la brecha salarial sigue siendo del 17,09%. Esto se traduce en que, de media, una mujer en España gana 5.212,74 euros menos al año que un hombre. Estas cifras reflejan no solo desigualdades salariales, sino también barreras estructurales que dificultan su acceso a puestos de mayor responsabilidad. En este sentido, el acceso de las mujeres a puestos de liderazgo sigue siendo limitado. En España, el 38,4% de los puestos directivos están ocupados por mujeres, según el informe Women in Business 2025 de Grant Thornton. Aunque esta cifra es superior a la media europea y global (34%), ha disminuido respecto al 40% registrado en años anteriores, lo que evidencia la persistencia del llamado techo de cristal.
La venta directa: una oportunidad para la independencia y el empoderamiento
En un contexto donde la igualdad sigue siendo un reto, la venta directa se posiciona como un sector con un impacto positivo en la vida de muchas mujeres. En España, más de 190.000 personas trabajan en venta directa, y el 82% de ellas son mujeres de todas las edades y perfiles. Desde estudiantes hasta madres primerizas o mujeres jubiladas, este modelo de negocio les ofrece la posibilidad de emprender con flexibilidad, conciliando su vida personal y profesional.
Según la Encuesta Socioeconómica sobre la Venta Directa en Europa 2023 desarrollada por IPSOS para Seldia, el 87% de los distribuidores afirman haber mejorado su autoestima, confianza y habilidades interpersonales gracias a esta actividad. La venta directa no solo genera ingresos, sino que también fomenta el desarrollo profesional y el liderazgo, ofreciendo a las mujeres una vía accesible para alcanzar la independencia económica.
Desde la Asociación de Empresas de Venta Directa, reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento femenino. Creemos en la importancia de seguir generando oportunidades que permitan a las mujeres desarrollarse profesionalmente, romper barreras y alcanzar su máximo potencial.