En un mercado en el que el auge de los comercios online continúa su expansión, cada vez más clientes apuestan por la vuelta a una atención más personalizada a la hora de adquirir un producto. Esta es la principal diferenciación del modelo de negocio de la Venta Directa, que se basa en la comercialización de productos y servicios directamente al consumidor final a través de un distribuidor donde la relación personal alcanza su máximo exponente.
En España, el único organismo que agrupa y representa a las diferentes empresas que desarrollan su actividad sobre este modelo de negocio es la Asociación de Empresas de Venta Directa (AVD). Una entidad sin ánimo de lucro que trabaja para representar los intereses de este sector e impulsar el modelo de Venta Directa. Entre sus asociados se encuentran 22 empresas reconocidas del sector de la cosmética y cuidado personal, nutrición y bienestar, equipamiento del hogar, moda y accesorios, joyería, cuidado del hogar, telecomunicaciones y cultura, entre otros.
En este contexto, España es uno de los principales mercados para el desarrollo de este modelo de negocio, ocupando el sexto puesto a nivel europeo en volumen de facturación, contando además con una penetración del 31,5%. Según los datos de un estudio llevado a cabo por la AVD, en nuestro país, la Venta Directa acumuló un volumen de ventas de unos 765.038.322€ en 2020 y más 15.000 pedidos diarios, gracias a una red de 258.739 profesionales independientes que permite alcanzar los 5,7 millones de pedidos anuales, con una media de 82 euros por pedido.
“Estos datos ponen de manifiesto el enorme potencial que puede llegar a tener la Venta Directa si se dan las oportunidades necesarias para llegar al nivel de otros países en Europa. Este sector podría jugar un gran papel para ayudar en el impulso de nuevos emprendedores que ven en la Venta Directa un proyecto a medida y ofrecer a los clientes un producto adaptado a sus necesidades e innovador”, comenta Gema Aznar, Presidenta de la AVD y Directora General de Mary Kay.
Un sector que también mira a la digitalización
El modelo de Venta Directa es un modelo de comercialización de bienes y servicios tan antiguo como la historia del hombre. Un modelo de negocio que ha evolucionado y se ha adaptado a las formas de vida de las comunidades y familias, sin perder su espíritu: sin intermediarios, sin largas cadenas de suministro, solo contacto directo y personal entre vendedores y compradores.
La pandemia ha supuesto un hito que ha impulsado a las marcas a adaptarse a la nueva situación y a acelerar su digitalización hasta conseguir un modelo operativo híbrido donde conviven la presencialidad del trato y el apoyo de las herramientas digitales. Hasta un 25% de sus vendedores se han adaptado al lenguaje y espacios de Internet, usando las redes sociales como vehículo principal de marketing, u otras plataformas para desarrollar el negocio (29%), todo ello sin perder los encuentros cara a cara y las demostraciones a domicilio que se trasladan al mundo virtual. Gracias a esto, más del 80% de los clientes de la venta directa llegan a los distribuidores a través de las redes sociales.
Esta digitalización, acelerada por la Covid, ha permitido conseguir un aumento de las ventas dentro de este modelo de negocio en un escalado entre un 5% y un 9% en 2020 en función de la categoría del producto. Las categorías que han liderado el dinamismo del mercado son las de cuidado del hogar (home care), nutrición y bienestar, cosmética y cuidado personal.
Además de la apuesta por digitalización, las compañías de Venta Directa acompañan su evolución apostando por la inversión en i+D+i, lo que les permite el desarrollo de una oferta de productos punteros y aumentar el volumen de lanzamientos y novedades anuales, contando con un amplio y variado catálogo en continua expansión. En el pasado ejercicio, desarrollaron una media de 302 nuevos productos, de los cuales 29% eran lanzamientos, 45% extensiones y un 26% innovaciones.
Un proyecto inclusivo y emprendedor
Ante una compleja situación laboral en nuestro país y el alto porcentaje de paro, la Venta Directa se ha posicionado como una oportunidad perfecta para emprender una carrera profesional.
El espíritu emprendedor es una parte fundamental de este sector, que ofrece la posibilidad de llevar a cabo un negocio propio, pero con la tranquilidad de saber que cuentas con una gran compañía que puede ofrecer acompañamiento y formación. Además, la Venta Directa tiene una serie de beneficios que cada vez más atraen a un público más joven, como puede ser: acceso a un negocio independiente, flexibilidad horaria y la ausencia de jerarquías rígidas. En este sentido, según los datos de la AVD, los jóvenes (mujeres y hombres) menores de 30 años suponen el 20% del total en el sector.
Precisamente, estos beneficios que atraen a los jóvenes son los mismos que convierten a la Venta Directa en un sector donde la inclusión y la conciliación laboral y familiar son pilares fundamentales de su filosofía, permitiendo a cada vendedor adaptar su carrera profesional en función a sus necesidades y atrayendo talento. El 83% de los distribuidores son mujeres jóvenes (menores de 40 años).