El sistema de Venta Directa es ideal para los consumidores porque las ventas se efectúan de manera individualizada con la presencia física del vendedor, disponiendo del tiempo necesario para solicitar al vendedor toda la información precisa del producto.
El comprador por Venta Directa goza de una mayor protección que la que ofrece el comercio tradicional. Este sector es relativamente nuevo y por eso está muy regulado, con el fin de dar las máximas garantías al comprador. Según el Real Decreto-Ley 24/2021 de 2 de noviembre, el comprador tiene un derecho de desistimiento de catorce días desde la entrega del producto, un periodo mayor que si compra en un canal tradicional.
Además del plazo ya previsto de catorce días, se incluye el derecho de desistimiento del consumidor por un plazo de treinta días naturales en el caso de contratos celebrados en visitas comerciales no deseadas en el domicilio o excursiones organizadas por el empresario con el objetivo de ofrecer un bien o servicio.
En aquellos casos en los que el empresario no informe debidamente al consumidor sobre su derecho de desistimiento, el plazo para desistir del contrato será ampliado para el usuario en doce meses.