La venta directa es una opción real para emprendedores de baja intensidad o empresarios por cuenta propia interesados en una modalidad de trabajo flexible y que se adapte a sus necesidades
En los últimos años, el sector de la venta directa en España ha logrado posicionarse como el quinto mercado de la Unión Europea en volumen de ingresos en 2021. Este dato refleja que la transformación del modelo de negocio de la venta directa hacia una fórmula híbrida, en la que conviven la presencialidad y la interacción online en la atención al cliente, ha sabido adaptarse al consumidor actual.
En consecuencia, la flexibilidad que tan atractiva es para el consumidor, también lo es para cada vez más profesionales y emprendedores, que encuentran en ella una gran opción para crear su propio negocio o como complemento para el que ya tienen.
En este contexto, y teniendo en cuenta que más del 75% de la fuerza de ventas de este sector compatibiliza este trabajo con otro, lo que se conoce como emprendedor de baja intensidad, surge el debate acerca de los tramos de cotización del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), ámbito en el que España aparece entre los países con mayores cuotas de Europa.
Tramos RETA adaptado a la realidad laboral
Los distribuidores de venta directa están vinculados con la empresa por un contrato mercantil y, por tanto, deben inscribirse en la Seguridad Social, mediante el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Además, en este sector:
- Del total de distribuidores de venta directa en España (262.103 profesionales), sólo el 10% son distribuidores a tiempo completo. Esto es, emprendedores con vocación profesional que construyen sus propios negocios de venta directa y tienen una dedicación exclusiva (dedican más de 30 horas semanales).
- El 90% restante, lo constituyen los denominados constructores de negocio a tiempo parcial, pequeños emprendedores que obtienen ingresos complementarios a través de la venta directa. Muchos tienen trabajos alternativos (dedican menos de 30 horas semanales a esta actividad), por lo que pueden considerarse candidatos a RETA.
En este escenario, la AVD aboga por contemplar medidas de flexibilización del nuevo sistema de cotización para adaptarse a modelos de negocio que encajan en las categorías de baja intensidad, y propone:
- Establecer un mayor número de tramos por debajo del salario mínimo interprofesional actual, teniendo en cuenta las actividades por cuenta propia de baja intensidad.
- Establecer una cotización reducida para las personas trabajadoras autónomas que obtengan rendimientos netos inferiores a 5.600€/anuales con una cuota fija al mes reducida.
- En caso de no poder establecerse tramos adicionales, especificar la exención de las actividades por cuenta propia de baja intensidad en el sistema de cotización.
- Incluir expresamente a los distribuidores de venta directa dentro de la categoría de autónomos.
Apostar por el emprendimiento es apostar por el futuro, y la venta directa es una opción real para seguir impulsando opciones a jóvenes que buscan iniciar su actividad laboral, o que quieren compatibilizar e incrementar sus ingresos anuales y desarrollar sus proyectos profesionales.